ES UNA VERDAD ACEPTADA que la cultura nació cuando los primeros hombres, habiendo ya desarrollado la agricultura, dispusieron del tiempo que les permitía pensar en sí mismos, interrogarse sobre su destino, y es también evidente que el primer vínculo entre el arte y la ciencia es que ambos constituyen intentos de explicarnos, de hacernos aceptable el mundo circundante, la realidad, y con ella nuestra propia condición humana.