MAS abajo, abajo encontrarás las caras de los desaparecidos,
por las playas corren animales huidos del cielo,
fugan de la ternura de los ángeles;-
la resaca mata el ensueño de las piedras
y al aire voraz parado en el risco-;
el cielo da vueltas a los seres de esta tierra,
la oración prende en lo más frágil, en los labios de los perdidos.
El mar llama a los perdidos.
Todo se muere en nuestra piel:
la flor que recién se abre al calor de los sexos, a la lucha
de los sexos, los sexos vagos - ;
la oscuridad del goce aumenta para mataros.
Cuidaos bien de pequeñas arañas - ;
las cabezas se pierden en los sótanos.
EL mar se lleva cada verano lo mejor de nuestros cuerpos.
Huid de la dicha y se te olvidará en el mundo.
Cumplid vuestra vida de planta y alcanzarás el itinerario de
los cuerpos perdidos.
LLEGARÉ al cielo del más fino goce,
adelgazo la idea de viajar por tus caderas - ;
soy la latitud de los cuerpos perdidos.
De lo púber que soy me amenazan los vellos la última epopeya.
1929.-San Miguel.
*Extraído de: Amauta, N° 27, Noviembre, 1929.
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